La legislación que regula la propiedad intelectual e industrial en España lo hace siguiendo las mismas guías que el resto de los miembros de la Unión Europea. Como abogados en Tenerife, los especialistas que trabajamos en Fernández Bethencourt Abogados, explicamos a nuestros clientes que nuestro país ha ratificado los principales convenios internacionales en lo que a esta materia se refiere. De modo que la protección se puede extender la mayor parte de las veces tanto a los extranjeros residentes aquí como a los españoles que lo hacen en otros países.
Protección de los activos intangibles
La finalidad de la propiedad industrial e intelectual es la de garantizar a las empresas la debida protección de sus activos intangibles a través del debido reconocimiento legal de derechos exclusivos. La propiedad intelectual abarca los derechos sobre obras de tipo creativo, mientras que la industrial lo hace sobre los activos de carácter industrial bien sean marcas, patentes, etc.
Antes de comenzar su actividad, es importante que la empresa lleve a cabo las medidas adecuadas que le permitan asegurar la gestión de sus activos intangibles, sean estos secretos empresariales, marcas, propiedad intelectual, patentes, diseño nacional o diseño comunitario. Para garantizar su protección se debe efectuar el registro ante la oficina de propiedad industrial que corresponda. Es importante saber que los derechos prioritarios en nuestro país los tiene quien efectúa el registro en primer lugar. Esto quiere decir, que el uso no da derecho frente a terceros, excepto en el caso de marcas muy conocidas.
Para poder solicitar la inscripción en el registro es obligatorio abonar las tasas establecidas oficialmente. La cuantía de estas variará dependiendo del tipo de derecho y de otras cuestiones como el número de productos o servicios para los que se reclama la marca, el territorio, etc.
Podemos dividir los derechos de la propiedad industrial en dos grupos diferentes. Por un lado, estarían los relativos a las creaciones de tipo técnico, ya sean patentes, modelos de utilidad, títulos de obtención vegetal, diseños industriales o topografías de productos semiconductores. Por otro lado, hablaríamos de la marca, el nombre comercial, el rótulo, las denominaciones de origen y los nombres de dominio.
Los derechos de la propiedad industrial e intelectual son patrimoniales
También es importante saber que los derechos de la propiedad intelectual e industrial son de carácter patrimonial. Esto quiere decir que pueden cederse o gravarse y que se pueden transmitir a través de los diferentes medios legales. En este sentido, son muy habituales los contratos de licencia, que autorizan a un tercero a utilizar unos derechos concedidos a cambio de una contraprestación.
Existen diversas normas y principios que se recogen en la Constitución Española o en el Código de Comercio y en normas específicas como la Ley 24/2015, de 24 de julio de patentes, que se encargan de proteger los derechos de la propiedad industrial.
Las patentes, las marcas y los diseños representan un activo empresarial que cada vez adquiere más peso en el valor de las empresas e instituciones. Por ejemplo, la marca es un signo distintivo que permite diferenciar algunos productos o servicios de otros también presentes en el mercado. La Ley 17/2001 de 17 de diciembre, junto al Real Decreto 687/2002 de 12 de julio, se encargan de regular lo relativo a las marcas. Es especialmente importante porque abarca los signos distintivos de una empresa y cumple una función importante a nivel de publicidad y también de reputación.
Las organizaciones que quieran proteger su propiedad industrial a nivel nacional deberán hacer el registro oportuno en la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM). Pero si van a operar en Europa deberán hacerlo en la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO). Si lo van a hacer a nivel internacional acudirán a la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).
Como abogados en Tenerife especializados en Organizaciones Empresariales te ayudaremos en el proceso de proteger tus propiedades industriales e intelectuales.
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